Mis 10 mejores mangas del 2017

Miguel Frieiro
9 min readDec 31, 2017

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Se acaba el 2017 e internet se llena de “tops”, listas y demás. Y un servidor no iba a ser menos.

Todos los años me pasa lo mismo, me propongo escribir un texto con los mejores mangas que se han publicado este año y lo primero que asalta mi alborotada cabeza es: “pues menudo año de mierda se ha quedado”. Sin embargo, en cuanto empiezo a repasar todas las obras que he leído a lo largo de los últimos 12 meses una sonrisa acaba esbozándose en mi rostro.

Sin duda este ha sido el año de la “locura” en el mercado del manga español. Ya veníamos notando tanto en 2015 como 2016 que el número de obras licenciadas estaba aumentando, que la oferta y variedad de géneros crecía exponencialmente. Y que no tenía pinta de que se fuese a detener. Por unas cosas o por otras, así ha sido. Según afirma Marc Bernabé en su blog MangaLand, este 2017 ha batido todos los récords de manga editado en España. Así que no sería pretencioso decir que este ha sido el “mejor año de nuestro mercado”. Y qué menos que celebrarlo como se merece. Estos son mis 10 mejores del año y las sensaciones que me han dejado.

Antes de nada me gustaría hacer unas brevísimas menciones de honor a aquellas obras que no entran a consideración porque son reediciones. Y es que este ha sido el año de recuperar viejas glorias. Berserk, Uzumaki, La espada del inmortal, 20th century boys, Blame! o Biomega ya habían sido publicadas con anterioridad en nuestro mercado y pese a que seguramente algunas de ellas estarían en esta lista, al no tratarse de novedades per se, he decidido no incluirlas. Pese a ello, todas son obras de una calidad inconmensurable.

Ahora sí vamos con los 10 mejores, que nos dan las uvas.

Golden Kamuy

El arte tiene un innegable valor cultural. Este puede ser mayor o menor en función de la obra, pero es innegable su existencia. Golden Kamuy es un manga que sabe medir muy bien su acción, humor y misterio a través de una premisa sencilla que se convierte en hilo conductor y unos personajes que se encargan de tejer una trama que te envuelve por completo, como si fueras una triste mosca en la manos de una araña. Sin embargo, no son todas estas cualidades las que me gustaría destacar de la obra de Satoru Noda. Aquello que, creo, da valor a Golden Kamuy es precisamente su factor cultural. Su capacidad para introducirnos en una pequeña sociedad desconocida de Japón y que cada vez se va hundiendo más en el olvido. La cultura Ainu se ha ganado mi corazoncito a través de Asirpa y espero que siga haciéndolo en el futuro.

Golden Kamuy (2014). Satoru Noda.

Bajo un cielo como unos pantis

Shun Umezawa llegó a nuestro mercado con esta pequeña obra. Una recopilación de historias cortas que muestran lo peor del ser humano. Aquello que no podemos o no debemos mostrar por vivir precisamente en una sociedad. “Las personas somos monstruos”, esa es la premisa de este manga y bajo ella se da pie a todo tipo de situaciones que no hacen más que evidenciar que puede que nuestra humanidad se haya perdido hace ya mucho tiempo o que quizá nunca la hemos tenido y solo nos forzamos a nosotros mismos para crearla de forma artificial. Más allá de sus debates filosóficos, Umezawa es capaz de representar un Japón sucio, unos seres humanos asquerosos y que funcionan de espejo para el propio lector. Porque la ficción siempre bebe de la realidad.

Panty stocking no you na sora no shita (2001–2014). Shun Umezawa.

To your eternity

Si os hablo de Yoshitoki Ooima, a muchos probablemente no os suene. Si os hablo de A silent voice todos abrís los ojos y puede que algiuen hasta suelte alguna que otra lágrima. Así es, el nuevo manga de esta joven autora llegó este año a España y una vez más volvió a conquistarme con su espectacular narrativa. El primer arco introductorio es una auténtica maravilla a diferentes niveles que merece y debe ser leída. Y es que si Ooima tiene potencial como autora, su obra goza de todavía más. To your eternity puede convertirse en un grande en el futuro, si no lo es ya. Mientras espero seguiré disfrutando con cada una de sus páginas y derramando alguna que otra lagrimilla.

To your eternity (2016). Yoshitoki Ooima.

La respiración de Copérnico

Hay algo en las obras de Asumiko Nakamura, un aroma melancólico y repleto de drama que condimenta toda su narración. Una belleza amarga que consigue enamorarme e incitarme a que leas más, a que conozca a sus personajes rotos, que junte todos y cada uno de sus pedazos y los reconstruya como buenamente pueda. Porque La respiración de Copérnico es la historia de sus personajes, de sus carencias, su pasado y sus ambiciones. Pero sobre todo, la obra de Nakamura gira en torno a la lucha por la libertad y la superación de los traumas. Y al final, pese a la romantización de ciertas actitudes repugnantes, su mensaje es positivo. Y es con esos personajes despedazados, que al final logran reconstruirse sin llegar a hacerlo del todo, con lo que quiero quedarme.

Copernicus no Kokyuu (2002). Asumiko Nakamura.

El león de marzo

Es muy común que cuando se acerca el fin de año las personas comencemos a hacer repaso de los buenos y malos momentos que nos han dejado estos últimos 12 meses de nuestra vida. Siempre hay momentos de alegría y tristeza, más de uno u otro tipo, (eso es lo que nos hace decantarnos por si un año ha sido “bueno” o “malo”) pero siempre tenemos ambos. La vida es eso, una sucesión de buenos y malos momentos. De risas en casa de unos conocidos y de lágrimas cuando recordamos que alguien importante nos ha dejado. Y precisamente eso es Sangatsu no Lion. Un manga en el que felicidad y tristeza se dan la mano y caminan juntos, pisándose con elegancia el uno al otro, pero avanzando al mismo tiempo. Y sinceramente, que un manga sea capaz de plasmar eso en sus páginas me hace inmensamente feliz. Yo no le pido más a este medio y tampoco a la vida.

3-gatsu no lion (2007). Chica Umino.

Gangsta

Puede haber belleza en la suciedad, concretamente en los ecalafones más bajos de una sociedad en la que reina la muerte, el tráfico de personas y las drogas. Eso es Gangsta. Sus personajes son víctimas que se han visto en la obligación de convertirse en cazadores para poder sobrevivir. Y en todo este contexto que podría resultar gris, opresivo y repelente veo muestras de cariño, veo complicidad, amor y amistad. Gangsta es una obra oscura y pesimista que sabe enseñar la luz de vez en cuando para mostrar que las personas son algo más que sus circunstancias.

Gangsta (2011). Kohske.

Sombras sobre Shimanami

Japón es, cada vez más, un país abierto a la comunidad LGBT. Si bien es cierto que los pasos se están dando muy poco a poco, la sociedad japonesa es más respetuosa con las personas bisexuales, homosexuales o transexuales. Sin embargo, su representación en la ficción sigue siendo muy deficiente. Y es que la gran mayoría de obras tratan a este colectivo como un reclamo para llegar a un público que encuentra “satisfactorio” este tipo de romances. De ahí que muchas veces las relaciones se idealicen, resulten tóxicas o no muestren la realidad de un colectivo en constante lucha. En medio de todo este ambiente aparece una pequeña obra tan bella como real. Sombras sobre Shimanami es un reflejo fiel de la comunidad LGBT, una auténtica representación de lo bueno y lo malo que rodea a una serie de personas que son despreciadas por, simplemente, sus preferencias sexuales. Y me alegra la mera existencia de este manga, porque el medio necesita más obras así.

Shimanami Tasogare (2015). Yuhki Kamatani.

Llegados a este punto, hay tres obras que han sido mis favoritas este año. Mangas que han sabido enamorarme con más fuerza que las anteriormente mencionadas y que se han ganado mi corazón. Podríamos decir que es el “podio” de lo mejor de este 2017. Hay un poquito de “top” en esta lista.

3. El barrio de la luz

Esta lista no sería mía si no hubiese en ella alguna obra de Inio Asano. Una vez más el joven autor nipón vuelve a hacer gala de un poderoso intimismo salpicado con su peculiar visión nihilista del mundo y el ser humano. Esta recopilación de historias cortas muestra todas las caras de un pequeño barrio de clase media-alta del Japón actual, tanto las que se exhiben al público, como las que quedan ocultas tras un tupido velo. Porque es esa combinación de lo visible y lo invisible es lo que construye la sociedad moderna. La pequeña obra de Asano se convierte en un fiel reflejo de aquello que somos, vemos, mostramos y escondemos. Hay mucho de nosotros en cada una de estas pequeñas historias.

Hikari no machi (2004–2005). Inio Asano.

2. La pequeña forastera

En los cuentos clásicos de los hermanos Grimm (los originales, no tanto lo que ha llegado a nuestros días) existía un curioso contraste: eran historias dirigidas a un público eminentemente infantil, pero cargadas de tonos oscuros, donde la brutalidad estaba muy presente en su narración. Quizá la mejor manera de transmitir una moraleja en aquella época era hacerlo desde el miedo y terror que cohibía a los niños y les instaba a comportarse de cierta forma. La pequeña forastera recoge ese contraste y lo plasma en sus viñetas con una soberana habilidad. Su estética oscura choca con su mundo fantástico y preciosista del que brotan dos personajes totalmente opuestos. Y es de esta lucha de contarios, de la que nace un slice of life con muchísima proyección y que demuestra que no todo está inventado en el mundo del manga. El gran descubrimiento de este año.

The girl from the other side (2015). Nagabe.

1. Tekkon Kinkreet

El mejor manga del 2017. Creo que ninguna de mis palabras le hará justicia a la maravillosa obra de Taiyo Matsumoto ni a su indescriptible estilo, pero puedo intentarlo.

Tekkon Kinkreet es el relato de la eterna lucha entre el bien y el mal, de la pelea contra uno mismo por no caer, por no hundirse. Porque todos, en mayor o menor medida, estamos rodeados de oscuridad y solo necesitamos una pequeña luz que ilumine nuestro camino. En el caso de Kuro esa diminuta llama es Shiro y el calor que le proporciona sirve de sustento al propio Kuro para impedir que ese pequeño fuego se apague. Porque ambos se retroalimentan, porque uno no puede vivir sin el otro. No pueden avanzar si no es de la mano.

Tengo un hermano, un hermano pequeño, y mi relación con él no es todo lo buena que debería ser, pero supongo que cuando llegue el momento él será mi luz en la oscuridad y yo evitaré a toda costa que esa pequeña llama se apague.

Tekkon Kinkreet (1993). Taiyo Matsumoto

Y recordad, leed mucho manga durante el 2018.

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